El niño con SIDA, más allá de los retrovirales

Resumen

El VIH pertenece a la familia de los Lentivirus y se clasifica en dos tipos: VIH-1 y VIH-2, que tienen un 40-50% de homología
genética y una organización genómica similar. El VIH-1 es el causante de la pandemia mundial de SIDA, mientras que el VIH-
2 tiene un curso de la enfermedad más leve con un tiempo más largo para el desarrollo del SIDA que el VIH-1. El sistema de
clasificación de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la infección por VIH/SIDA en edad pediátrica emplea criterios
clínicos o inmunológicos para pacientes con infección por VIH confirmada por laboratorio; estableciendo 4 etapas que van
de desde asintomático a gravemente sintomático, esta también incluye criterios para el diagnóstico presuntivo de infección
avanzada por VIH y de exposición al VIH con base a criterios clínicos, lo que permite el inicio de tratamiento antirretroviral
(TAR) en áreas con recursos limitados, aun antes de que se complete el diagnóstico definitivo por el laboratorio. La posibilidad
de categorizar a los pacientes se mantiene una vez iniciada la terapia, de manera que ante una mejoría o empeoramiento las
opciones de tratamiento puedan ser evaluadas. Para realizar el seguimiento de la evolución del paciente, la estadificación
continúa después de iniciado el tratamiento antirretroviral usando los mismos criterios clínicos y denotando la etapa como
T1, T2, T3 o T4 para indicar que la valoración fue realizada con la administración de tratamiento. Se analizan los diferentes
esquemas de antiretrovirales disponibles para su manejo.